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Kathia Guajardo

  • Foto del escritor: residentemx
    residentemx
  • 1 abr
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 4 abr














Presidenta de CANIRAC N.L. y Copropietaria de Vernácula en San Pedro y El Jonuco en Apodaca, unos de los mejores restaurantes de comida norestense de México, miembro de una familia restaurantera regiomontana, que busca enaltecer los sabores del producto mexicano. ¿Cómo balanceas precio/calidad? Lograr un equilibrio entre precio y calidad es uno de los mayores retos en la industria gastronómica, especialmente cuando las percepciones del público sobre lo que es o significa “calidad” pueden ser tan subjetivas. lo importante es que el cliente pueda sentir que vale lo que paga, para eso tienes hay que definir claramente qué es calidad para tu marca desde los ingredientes, la ejecución, el servicio y la experiencia global como tal, es decir, desde la decoración y la música hasta los pequeños detalles como la vajilla y la limpieza, todo debe hablar de calidad. Comunicar esto al cliente es clave para que entienda qué está pagando. Cuando el público percibe el esfuerzo detrás de cada detalle, el precio parece más razonable.

¿Qué diferencía un fine dining versus casual dining?

Para identificar un fine dining de un premium casual primeramente hay que entender lo que es cada uno, ambos se enfocan en el experimentar llegar a un lugar, con un menú establecido, pero la manera en la que se sirve cada platillo y la experiencia como tal, son las que marcan la diferencia entre ambas categorías, un casual dining hace énfasis en la atmósfera, ofreciendo buena comida con un precio un poco más accesible, por el otro lado el fine dining va más allá, respetando toda regla para lograr una experiencia gastronómica, cuentan con menús más cortos, especializándose en un tipo de comida y las porciones son un poco más pequeñas ya que se enfocan en la calidad no que en la cantidad, la diferencia que más destaca podría ser la ambientación, mientras que en el casual dining puede estar diseñado para un mayor número de personas con una decoración más relajada, los restaurantes fine dining buscan mantener una decoración más simple y sobria creando ambientes más íntimos incluyendo el servicio, donde suele ser vas sofisticado y personal, los asesores conocen a profundidad el menú y pueden dar recomendaciones más apegadas a los gustos del comensal.

¿Crees que el paladar del regiomontano está evolucionando a experimentar fuera de su área de confort?

La observación sobre lo ácido del paladar mexicano podría surgir principalmente por dos factores de la gastronomía en Nuevo León. Por un lado, se puede ver una inclinación hacia sabores un poco más intensos y ácidos predominando elementos como el limón o las salsas de tomate, comunes en los platillos tradicionales de la región, incluso en su incorporación a bebidas como las famosas micheladas o bebidas con tamarindo, chamoy, etc. Y por otro lado, la resistencia al cambio, donde quizá, más que un paladar ácido, sea una cuestión de hábitos. El regiomontano tiende a ser conservador con la comida y prioriza lo conocido y probado, lo que podría explicar por qué ciertos conceptos gastronómicos no prosperan. Aunque definitivamente ha habido un cambio y una evolución con diferentes matices, donde han influido factores como la exposición a nuevas cocinas: en las últimas dos décadas, Monterrey ha visto un boom de restaurantes internacionales, conceptos premium y nuevas experiencias culinarias muy diferentes a lo que se había estado acostumbrado el estado, lo que poco a poco ha ido expandiendo la curiosidad y provocando que la gente se permita probar y experimentar cocinas y sabores diferentes.

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